Hay días, momentos, preguntas y respuestas que lo cambian
todo. Todavía tengo fresco el momento en que sucedió eso para mi, fue en un día
como cualquier otro mientras caminaba y respiraba el aire más puro, esta
persona (que dicho sea de paso nunca volví a ver) me pregunto más con la
intención de dejarme pensando que con la de escuchar una respuesta: ¿Por qué el
juicio de una elite esta por encima que el del resto de las personas? ¿Quién o
que les otorgo ese derecho?
Le di muchas vueltas al tema, encontré miles de
explicaciones diversas, pero de a poco me fui dando cuenta que no iba a
conseguir ninguna respuesta que me satisfaga, que calmara mi intriga. Pese a
ello sirvió para abrir mi mente y empezar a cuestionarme todo, pero
principalmente para entender que desde que nacemos estamos sometidos y
atrapados por un sistema que intenta que no podamos tomar distancia de el, para
así evitar entenderlo, nos encontramos tan institucionalizados que aunque
queramos comprenderlo del todo no lo logramos, no obstante a veces
estamos cerca y pareciera que preferimos no hacerlo, que queremos ser
engañados.